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La importancia de una marca: cómo elegimos el nombre de nuestra marca

¿Qué hay en una marca?

A la hora de elegir el nombre de nuestra marca, sabíamos, al menos, estas cuatro cosas sobre nuestra nueva aventura empresarial:

Dónde: Andalucía, España.
Qué: una boutique en la que te gustaría pasar tiempo.
Nuestro cliente ideal: los turistas culturales.
Lo que queríamos vender: productos artesanales y de calidad que reflejaran la mezcla cultural de Al-Ándalus, pero con un toque moderno distintivo.

Identidad de marca y la fórmula mágica

Y así comenzamos el proceso creativo. Empezamos a pensar en la ubicación, la historia y una identidad de marca que pudiera evocar todo esto.

Las provincias más orientales de España a menudo se conocen como el levante en español, siendo del este. El Levante en Oriente Medio es de donde procedían los primeros conquistadores de Al-Ándalus (la actual Siria). Y el levante es el fuerte viento sahariano que a veces sopla por aquí.

También hay un restaurante libanés en el centro de Londres llamado Levant y, subconscientemente, creo que esto influyó, especialmente porque había pasado gran parte de mi carrera hasta la fecha en el Líbano y tenía una fascinación duradera por Al-Ándalus y todo lo español. Así que nos centramos en Levante, o El Levante, como nuestra marca potencial.

¡Bien! Lo habíamos clavado. O eso pensábamos.

Estaban sucediendo muchas cosas a la vez: estábamos vendiendo nuestra vida en Londres y mudándonos a España. Habíamos empezado a pagar el alquiler de un local (no había mucho así que cuando hubo uno disponible, lo adquirimos antes de que hubiéramos subido los palos). También necesitábamos un lugar donde vivir. Mientras todo esto sucedía, nos dedicamos a investigar artesanos y productos y, en un viaje en avión de regreso a Londres, comenzamos a charlar con una inglesa que había estado viviendo en la zona durante años.

Le informamos de nuestros planes de negocio, incluido la idea de nuestra marca. "¡Ah, sí!", exclamó, "El levante, el viento que hace que la gente se sienta mal y le da dolor de cabeza a todo el mundo".

Esto nos detuvo en seco. Esto no fue una buena noticia. No son buenas noticias en absoluto. Me recordó a la campaña del coche Nova que había aprendido en mis clases nocturnas de marketing: sonido genial en inglés, ¡nuevo, fresco, diferente! Terrible en español ("no va" significa no irá).

Levante, nuestra marca preferida, se asocia con sentirse mal y fuera de lugar (y después de años de vivir en Cádiz, ahora sabemos de lo que hablaba. Todos tememos al levante con su viento caliente, alergias y desorden). Así que, después de respirar hondo, decidimos deshacernos del nombre y, en una justa exclamación, nos encontramos de nuevo en el punto de partida.

Un cambio de rumbo: en el agujero negro nos sumergimos

Estar en el punto de partida, de nuevo, es un lugar bastante desalentador para estar (recuerde, esto fue antes de la llegada de la Inteligencia Artificial, cuando nos vimos obligados a usar nuestros cerebros). Es aún más desalentador cuando pensabas que ibas a saltar desde el punto de partida, pero luego descubres que, de hecho, habías aterrizado en la cabeza de la serpiente y te veías obligado a deslizarte de regreso a la zona cero.

Tuvimos ideas de marcas dando vueltas en nuestras cabezas durante meses, retorciendo los nombres en nuestras lenguas, pero nada se sentía o sonaba bien. Queríamos evocar Al-Ándalus sin decir Al-Ándalus. Andalucía sin decir Andalucía. Patrimonio sin la palabra patrimonio. Moderno sin la palabra moderno. Elegante sin la palabra elegante. ¿Debería ser una marca descriptiva, una marca abstracta, pero también una marca pegadiza? Tenía que trabajar a través de diferentes barreras lingüísticas, una marca memorable cuya significado seguía siendo cristalino.

Tantas preguntas, tan pocas respuestas. Nos sentíamos mentalmente agotados, planos y nuestros cerebros se habían convertido en papilla. La lluvia de ideas nos habían abandonada. ¿Encontraríamos alguna vez esa escurridiza marca fuerte e icónica?

Y entonces llegó el momento ¡Eureka!

Después de un día de más trabalenguas, nos dejamos caer frente a las noticias de la noche, con la mente en blanco (puedo, al menos, dar fe de que mi mente estaba en blanco). Y de repente, como de la nada, me vino a la cabeza esta palabra: Andaluchic. Algo había estado pasando en mi subconsciente, recogiendo ideas y almacenándolas, aunque hasta ese momento, no se había sentido como un proceso de creación en absoluto. Tuve una oleada de entusiasmo y rápidamente compartí esta idea de marca comercial con mi pareja. Por una vez estábamos totalmente de acuerdo (¡una rareza!): ¡Andaluchic lo era!

Me levanté para buscar la disponibilidad del dominio, no había ni un momento que perder: me sentí segura ya que el nombre era una palabra inventada, una marca única (¿no?) ... cuidadito... ¿No habíamos estado aquí antes? Solo mantén la calma. El dominio ideal, en todas sus configuraciones, estaba, de hecho, en juego. Rápidamente los adquirí y nacieron los inicios de Andaluchic.

La identidad visual

Así que teníamos el nombre que expresaba nuestro negocio principal. Ahora teníamos que darle vida. Tuvimos la suerte de contar con el talento de una diseñadora gráfica que nos había alquilado una habitación en Londres antes de regresar a su Francia natal.

Jugamos con diseños de azulejos en diferentes colores, imágenes que representaban los tipos de productos que se vendían y poco a poco comenzó a surgir una visión.

Finalmente ideamos un esquema de color de 3 vías, de gris (moderno), rojo brillante (español) y blanco (limpio y claro) y dimos vida a una fuente simple y limpia, representada en gris, cortando visualmente el nombre de la marca en dos, utilizando las versiones de fuente más claras y audaces en cada "palabra". Un icono de abanico rojo iba a sustituir al punto de la i de chic, para representar nuestra identidad española.

Al Aquí y Ahora

17 años después, ¿cómo ha perdurado nuestra marca, Andaluchic? Pues bien, entre diferentes configuraciones de nosotros como personas, años de intentar formar una familia, una enfermedad grave que le cambió la vida a mi pareja y a todos en su entorno (uno de cada dos miembros del Equipo Andaluchic estaba, y sigue estando, sin poder trabajar), la llegada final de nuestro niño milagro, el cierre de la tienda física para hacer frente a todos los cambios familiares y las nuevas responsabilidades de cuidado, la apertura a la esfera digital y la conversión en un negocio online; después de todos estos cambios y los altibajos de la vida, Andaluchic sigue aquí.

¿Fue científico nuestro enfoque para crear una marca? No, la verdad es que no. Nuestro instinto, el escuchar (¡la señora en el avión!) y la absorción inconsciente de las muchas cosas y personas que nos rodean, guiaron nuestro viaje.

¿Hay un mejor enfoque para la creación y gestión de marca? Sin duda, los expertos te lo dirán. Investigación, estrategia de naming, identidad verbal, reducción de palabras, diferenciación, distinción, clientes potenciales, grupos focales: puedes seguirlo todo, pero aun así llegar a un espacio en blanco, o peor aún, a un fracaso (¡piensa en el Nova!).

Sin embargo, lo que el proceso nos enseñó es que tu cerebro está ocupado haciendo cosas en segundo plano, incluso cuando tu cerebro consciente piensa que no está sucediendo nada en absoluto. No te rindas, sigue dándole vueltas a esas ideas en tu cabeza y sigue mirando a tu alrededor para ver qué más hay ahí fuera en busca de inspiración. Simplemente tómalo todo y, eventualmente, surgirá una receta, tu propia receta única.

Por cierto, se ha abierto un nuevo hotel en nuestro pueblo blanco de Arcos de la Frontera. ¿Y el nombre? El Levante. No ha volado por la peña de Arcos, se ve muy elegante y no, no hemos dicho ni una palabra.

Si estás en el proceso de crear tu propia marca, o simplemente estás interesado en las historias de fondo de cómo surgió una marca, entonces puede que te interese leer este artículo de Diteria:

https://love.andaluchic.com/las-historias-detras-de-las-marcas

A nadie le gusta ser el que se equivoque, así que aquí hay un artículo de Instyle para mostrarnos cómo pronunciar realmente algunos de esos nombres complicados de las grandes marcas (y sí, preferimos Andaluchic pronunciado de la manera suave francés, no chic como en chiclé, ¡jeje!):

https://love.andaluchic.com/marcas-pronunciadas-malamente

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